Mi experiencia en los concursos de programación de Mujeres en Programación ha sido muy bonita. Mi nombre es Valeria, soy mexicana y estudié Ingeniería Biomédica. Yo decidí entrar a este grupo porque justo estaba buscando aprender programación por mí misma, ya que deseaba cambiarme de área laboral, de la biomédica a una de programación. Primero intenté entrar a una maestría en Computación, pero desafortunadamente no me titulé de la carrera con un promedio suficientemente bueno para poder entrar. Por esto decidí que iba a aprender programación por mi cuenta y por mientras, iba a buscar trabajo temporal en áreas relacionadas. Actualmente estoy dando clases de programación y robótica en prepa y en mis tiempos libres trato de seguir algunos cursos de programación.
Quiero recomendar mucho estos concursos de programación porque algo que recuerdo con tristeza de mi época universitaria, es que la competencia entre mujeres era algo tóxica, había poca colaboración y mucha crítica de una a la otra. Para mí ha sido muy bonito y refrescante encontrar este tipo de espacios solo para mujeres en los que se enfatiza que nosotras podemos crecer como comunidad. Estos grupos y los concursos de programación me han ayudado a sanar y redefinir en mi la palabra competición. Se compite para aprender, para apoyarnos entre todas, para llegar cada vez más lejos, para aumentar nuestra representación y lograr esa equidad de género que tanto deseamos en la industria de la tecnología.
He vivido lo que es ser la única mujer en un trabajo del área tecnológica, en ambientes lejos de ser tolerantes y respetuosos hacia mi género y la verdad es que ha afectado a mi crecimiento profesional. Se batalla mucho, y creo que eso es algo con lo que la mayoría de las mujeres trabajando en tecnología estarán de acuerdo. Tengo múltiples experiencias que me han hecho cuestionarme si seguir buscando trabajo en este ambiente vale la pena.
En los momentos en que dudo de mí misma pienso: no es productivo intentar e intentar y fracasar tantas veces cuando a otras personas se les dan mucho más fáciles las cosas. Pero luego recuerdo mis experiencias, veo como realmente no hubo un espacio parejo ni para mí ni para muchas mujeres y pienso en el gran cambio que seria tener más mujeres en las áreas de trabajo donde estuve, y no solo mujeres, personas con discapacidad, LGBT, indígenas, todo tipo de minorías, pienso en lo diferente y mucho mejor que sería todo, para los trabajadores y para los productos y servicios que ofrecía mi lugar de trabajo y ahí es donde me doy cuenta que si vale la pena el esfuerzo y la perseverancia.
El otro día me gane una tarjeta de Amazon en uno de los concursos y eso me hizo sentir muy bien, es muy bonito cuando obtienes recompensas de algo en lo que, aunque se vea simple, sabes que te ha costado vencer muchos obstáculos.
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